El acné en el rostro es una de las afecciones más comunes de la piel. Puede afectar tanto a adolescentes como a personas adultas, y aunque existen tratamientos eficaces, muchas veces se cometen errores que empeoran la situación. Estos errores no solo retrasan la mejora, sino que también pueden dejar marcas o empeorar la inflamación. Por eso, es importante conocer qué no hacer si queremos una piel sana. En este artículo te contamos los 5 errores más comunes que deberías evitar si estás lidiando con acné en el rostro.

1. Explotar los granos
Uno de los errores más comunes al tratar el acné en el rostro es apretar o reventar los granos. Al hacerlo, se rompen capas internas de la piel, lo que puede provocar infecciones, más inflamación y cicatrices difíciles de eliminar. Además, al tocar los granos con las manos sucias, se introducen bacterias que pueden empeorar el brote. También se corre el riesgo de extender la infección a otras zonas del rostro. Es mejor dejar que el grano siga su proceso o tratarlo con productos adecuados indicados por un profesional.
2. Usar demasiados productos al mismo tiempo
Muchas personas piensan que usar varios productos a la vez acelerará la mejora del acné. Pero en realidad, esto puede irritar la piel, deshidratarla o incluso generar más brotes. Cada producto tiene ingredientes activos que, al combinarse, pueden ser agresivos o incompatibles. Por ejemplo, usar exfoliantes, ácidos y cremas astringentes en exceso puede alterar la barrera natural de la piel. Lo mejor es mantener una rutina de limpieza facial, con productos adecuados al tipo de piel y al nivel de acné. Si no se ve mejora, lo ideal es ajustar la rutina con ayuda de un especialista.
3. No consultar a un profesional
El acné puede tener distintas causas: hormonales, bacterianas, inflamatorias, entre otras. Usar tratamientos genéricos sin conocer el origen real del problema puede ser ineficaz o incluso contraproducente. Muchas veces, las soluciones caseras o los productos recomendados en redes sociales no son adecuados para todos los casos. Consultar a un profesional permite obtener un diagnóstico correcto y acceder a tratamientos específicos según el tipo de acné y la condición de la piel. Además, en centros especializados como el de la Dra. Andrea Mamani, se combinan tratamientos tópicos, orales y tecnologías avanzadas para lograr mejores resultados.
4. Dormir sin limpiar el rostro
Durante el día, la piel del rostro acumula grasa, restos de maquillaje, sudor y partículas del ambiente. Si no se limpia correctamente antes de dormir, estos residuos obstruyen los poros y favorecen la aparición de nuevos brotes. Este error es muy común, sobre todo cuando se está cansado. Pero saltarse la limpieza nocturna empeora el acné. Incluso si no se usó maquillaje, es importante limpiar el rostro cada noche. La constancia en la higiene es clave para ver mejoras.
5. Dejar el tratamiento apenas mejora
Otro error frecuente es abandonar el tratamiento en cuanto se nota una mejora. Esto es un problema porque el acné tiende a reaparecer si no se trata de forma continua. Muchos productos necesitan tiempo para actuar de forma completa, y cortar el tratamiento demasiado pronto puede hacer que el problema vuelva. Además, algunas personas no mantienen una rutina preventiva una vez que los brotes desaparecen. Seguir las indicaciones del profesional hasta el final y mantener hábitos de cuidado diario es esencial para evitar recaídas. La constancia es tan importante como el producto o tratamiento en sí.
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